
Importante repunte del PMI en el sector manufacturero
El sector manufacturero se mantiene a la expectativa de los continuos cambios socio-económicos que se está experimentando, tras el avance de la vacunación. No es de extrañar que el índice PMI de Actividad Comercial regrese al territorio de crecimiento al registrar 54,6 puntos en el mes de abril.
Unos datos muy positivos que determinan que los países que han controlado mejor la pandemia, han sufrido caídas menores del PIB y de empleo. Con esto se prevé una tasa de crecimiento más rápido de lo esperado durante este 2021. De hecho, la actividad comercial ha aumentado y se está viviendo una mayor confianza por parte de las empresas. Se vislumbra la antesala de un importante repunte que será sostenible en el tiempo, gracias al levantamiento de las restricciones. Esto contribuirá a mejorar la tasa de desempleo y la incorporación de empleados que, actualmente, continúan en ERTE.
Este apunte se puede trasladar al sector manufacturero español, según apunta Paul Smith, director Económico de IHS Markit, que empieza a registrar fuerte incrementos de los niveles de nuevos pedidos, de la producción y del empleo. En contrapartida, arrastra escasez de productos en los almacenes de los proveedores y debe hacer frente a los continuos desafíos del transporte, para reducir costes y mejorar precios, a la vez que busca incrementar la competitividad en el mercado actual.
Recuperación de la actividad en el sector manufacturero
En este sentido, el índice PMI del sector manufacturero español de IHS Markit, se ha situado por encima del nivel de ausencia de cambios de 50.0 por tercer mes consecutivo en abril. De hecho, al subir del nivel 56.9 registrado en marzo al 57.7, la lectura positiva es que es el registro más alto desde diciembre de 1999.
Asimismo, se observa una mayor demanda, tanto a nivel nacional como internacional, y se prevé un gran fortalecimiento de la demanda del mercado, ya que los clientes confían cada vez más en el futuro en medio de las expectativas de un firme aumento de la actividad y mejoras sanitarias en todo el mundo. Parece que queda atrás el cuello de botella que provocó, tras el confinamiento, que las empresas utilizaran sus inventarios, para mantener las líneas de producción en funcionamiento.
En este nuevo escenario post-covid, la industria metalmecánica debe hacer frente a importantes desafíos, que van más allá de la crisis generada por la pandemia. Por un lado, se ha acelerado la transformación digital de las fábricas. El parque actual no puede competir con empresas europeas en términos de rendimiento y plazos de entrega. Vivimos un momento acelerado, donde el cliente es más exigente y disponer de maquinaria con capacidad de dar respuesta a esas necesidades, es una garantía total de éxito. Pero también el consumidor adopta esa actitud crítica que obliga a las empresas del sector metalmecánico a valorar una fuerte inversión, para dar respuesta al mercado.
Retos del presente del sector manufacturero
Otro de los aspectos que ha puesto de manifiesto la pandemia es la necesidad de diversificar su actividad. Por ejemplo, la industria metalmecánica española apuesta fuertemente por la automoción. Si el sector cae, los daños colaterales son enormes. Si las fábricas del futuro tienen capacidad para diversificar su actividad y entrar en nuevos mercados como el aeronáutico, medical… e incluso apostar por internacionalizar su oferta, la supervivencia a largo plazo es mayor y todo parece indicar que ésta es una realidad cada vez más latente.
Y, por último, apostar por la formación. Los últimos avances tecnológicos contribuyen directamente en la producción de las fábricas, pero, hay que disponer de personal cualificado, para que su rendimiento sea el óptimo en términos de costes y producción. Hay que aproximar la realidad de las fábricas al nuevo marco laboral.
Retos del presente de la industria manufacturera que es consciente de las nuevas oportunidades de negocio, pero, para ello, debe estar preparada con plenas garantías. La digitalización y automatización han venido para quedarse, para mejorar los ciclos de producción, pero, sobre todo, para contribuir a hacer crecer a la industria como auténtico motor económico del país.