
Consolidar la Industria 4.0, para dar el salto a la 5.0
La consolidación de la Industria 4.0 es una de las asignaturas pendientes para pequeñas y medianas empresas de la industria manufacturera, en especial la metalmecánica. Una transformación en varios niveles que tiene su punta del iceberg en las nuevas tecnologías de procesos de producción, en aras de mejorar rendimiento y dar respuesta a la demanda mundial.
Una transformación que se ha acelerado a raíz de la pandemia, donde la implementación del teletrabajo, el auge de las compras online y los eventos virtuales, en especial, en entornos profesionales, han provocado un importante cambio en la sociedad. Pero esta modernización y paulatina automatización de procesos entronca, directamente, con una crisis real de componentes, pero también de materias primas.
En este escenario, los actores de la Industria 4.0 deben consolidar este modelo, pese a que ya se está debatiendo sobre la posibilidad de asumir un escalón más: la Industria 5.0. Las empresas se encuentran en un momento delicado. Por un lado, reticentes a grandes inversiones, ya que se están sobreponiendo a los daños provocados por la Covid-19. Pero también son conscientes que la digitalización puede contribuir a mejorar su competitividad y crecimiento. Una dicotomía difícil de resolver que, cuando la industria todavía se encuentra en pleno proceso de transformación, ya se le presupone que debe encaminarse hacia una nueva realidad mucho más ambiciosa.
De la Industria 4.0 a la 5.0
Lo que está claro es que, cuando todavía no se ha asumido cómo convertir un taller en una ‘smart factory’, ya se anuncia la Industria 5.0, pero ¿qué es? Actualmente, no existe un consenso generalizado, lo que genera confusión y desacuerdo entre todas las partes implicadas. Sin embargo, la Comisión Europea destaca como objetivos principales de la Industria 5.0 la sostenibilidad, el protagonismo humano y la resiliencia. En este sentido, es una versión mejorada de la Industria 4.0, ya que la productividad no juega un papel tan importante y sí una mayor contribución de la industria en la sociedad actual.
Con este denominador, la Industria 5.0 no es más que una derivación natural de la 4.0 que todavía se encuentra en plena fase de consolidación e implementación. Sin embargo, según los expertos, para asumir con plenas garantías el futuro industrial, es importante centrarse primero en alcanzar todo el potencial de la Industria 4.0.
Esto es convertir los entornos profesionales completamente digitales, con el ser humano como eje vertebrador de esta nueva realidad industrial. Actualmente, la mayoría de empresas están muy lejos de alcanzar este clímax por inversión, desconocimiento de las posibilidades que la digitalización puede ofrecer en su organización y, sobre todo, la falta de personal cualificado para actuar ante este nuevo escenario tecnológico.
Los sistemas ciberfísicos en la Industria 4.0
Conceptos como gemelo digital o Inteligencia Artificial están en el horizonte, pero todavía se encuentran en una fase temprana de implementación. Los sistemas ciberfísicos mejoran la toma de decisiones con anticipación a que ocurra, pudiendo prever situaciones reales en un entorno virtual. Con esto, se facilita el proceso y la hoja de ruta en las plantas de producción, representando el mundo físico en el digital. Esto contribuye, a su vez, a prevenir pérdidas.
Pero ¿la digitalización es genérica? En la Industria 4.0 existe una digitalización operativa para avanzar hacia una digitalización masiva que sería, sin duda, el culmen de la implementación de la Industria 4.0, para ser capaces de tener visibilidad sobre los procesos, las células de trabajo y la propia fábrica consiguiendo, así, una enorme cantidad de inteligencia operativa. A esta transición hay que sumar mejoras en términos de conectividad y desarrollo de soluciones que contribuyan al liderazgo de las empresas, también en TI y tecnologías operativas (TO), para el buen funcionamiento de la planta y garantizar la ciberseguridad en todos los niveles.
Que queda un largo camino por recorrer es indudable, pero también se deben sortear obstáculos tecnológicos, para encontrar una innovación aplicable a múltiples departamentos. Así que no hay que tener prisa por dar el salto a la Industria 5.0. Ésta llegará cuando las empresas estén preparadas y en el momento más adecuado.